El aceite de limón es un extracto orgánico presente en pequeñas vesículas en la cáscara (albedo) del limón cítrico. Se obtiene mediante la punción de la cáscara en un depósito de agua, formando una emulsión que es luego filtrada y centrifugada para separar el agua del aceite. Los compuestos insolubles, llamados ceras, se extraen por sedimentación en frío y filtración, resultando en un aceite refinado «cold-press» con el característico aroma y sabor del limón.